Estaba viendo la televisión. MTV para ser exactos. No me canso de ver este programa. Escuché el ruido de un motor de una moto, parecía eso, pararse en frente de la puerta de mi casa. Al cabo de los segundos suena el timbre. Supuse que era Justin.
-¿Quién es?- dije alzando mi voz para que pudiera escucharme. No recibí respuesta.
-¿Quién es? Contesta o no abro la puerta.- me estaba empezando a cabrear.
-Soy yo.- era una voz que me sonaba de algo. De mucho.
-Ah muy bien 'yo', ya puedes decirme el nombre.- dije con un tono exigente. Más de lo que quería.
-Soy Justin, Elena.- Asentí como si pudiera verme y abrí la puerta.
-Hola.- le dije un poco seca.
-Hola preciosa.- me contestó con una sonrisa en la cara.
-Ay ya Justin. Para de piropearme.
-No puedo.
-Sí que puedes.
-Vamos anda.- me dijo cambiando el tema. Sabía perfectamente que yo hubiera seguido así hasta por la mañana porque soy muy cabezona.
-Sí. Será mejor.- le contesté. Si las miradas mataran, él ya estaría muerto.
Cogí mi bolso con las llaves de la casa y cerré la puerta detrás de mi. Nos dirigimos hacia la moto. Justin se montó delante y me dijo que me subiera detrás de él.
-Agárrate fuerte y disfruta. No todas tienen ésta oportunidad.
No respondí. Hice lo que me dijo. Pasé mis brazos por su cintura y me apreté contra él. Me daban un poco de miedo las motos, la verdad. Arrancó llevando el motor a la vida . Iba demasiado rápido para mi gusto.
-Ve más despacio por favor!- le grité para que pudiera oírme.
-Si vamos más despacio, cuando lleguemos será la hora de irnos a casa!- me gritó mientras no dejaba de mirar a la carretera.
Llevábamos como 10 minutos en la moto y yo me estaba empezando a poner nerviosa. No me gustaba las sorpresas.
*Elena, no dijo nada de sorpresas.*
Odiaba a mi subconsciente.
-¿A dónde vamos?- le pregunté alzando mi voz por encima del motor.
-A un sitio que te va a encantar, ya lo verás.
Este niño me estaba volviendo loca. Lo odiaba. Pero a la vez sentía algo raro hacia él. Cuando estaba cerca de mi me sentía mejor, protegida. Una sensación rara de explicar. ¿Qué me está pasando? Juro y perjuro que no lo se ni yo.
Quiero aclararme porque ahora mismo mi cabeza es un caos total. Es un enredo de cables. Un sin fin de cosas que tengo metidas en esta cabecita y quiero aclarar ya. Esas veces en las que no sabes que hacer, que decisión tomar. No sabes que te está pasando. La vida sólo sabe sorprenderte con cosas que no esperas. Una voz me sacó de mis pensamientos.
-Hemos llegado.- abrí mis ojos para ver en el sitio que estábamos. Mi boca hacía una perfecta 'O'. Era hermoso. Una playa tranquila, sin nadie que molestara. Era normal, era de noche y sólo unos locos como nosotros vendrían a estas horas a pasar una rato aquí.
-Wow, es... es hermoso.- dije como pude. Estaba sorprendida. ¿Era ésto un sueño?
-Sí, es realmente bonito.- dijo mirando al horizonte.
-¿Cómo has descubierto este lugar?- pregunté por curiosidad.
-Bueno, cuando salgo con la moto, me recorro muchos sitios. Uno de los días que salí, me encontré con esta playa y me llamó la atención. Así que decidí traerte a ti porque eres especial para mi.- me quedé congelada ante sus palabras. No sabía de que iba ésto. Sería una broma o quizás tenía una apuesta con unos amigos del instituto. No lo sé.
-Vaya, estoy impresionada. Gracias- dije fijando mi mirada en sus ojos color miel. Sonreí y él me devolvió la sonrisa.
-No tienes que dármelas. Lo hago porque quiero.- me dio un beso en la mejilla. Otra vez ese escalofrío. Esa sensación rara que me hacía subir al cielo y volver.
-Hmm... esto... ¿qué hacemos?- le preguté.
-No se, si quieres podemos bañarnos o quizás hablar.- me dijo mirándome fijamente a los ojos. Veía en ellos algo que nunca vi en otros. Brillaban mucho.
-Hace un poco de frío Justin. No me voy a meter ahí ni de coña.- le dije con una risa sarcástica.
-Ven aquí.- se sentó en la arena y me hizo un gesto con su mano para que me sentara junto a él. Al principio dudé, pero después no vi el problema que habría si me sentara ahí, así que me senté.
Hubo un silencio incómodo entre nosotros. No sabía si romperlo yo o esperar a que él dijera algo. Parecía que Dios me había escuchado, pues él habló.
-Elena.
-¿Sí?- le respondí.
-Sabes que me gustas, ¿verdad?- me preguntó mientras acercaba sus labios a mi oreja. Oh dios. ¿Cómo se supone que debía de responderle ahora? Me di la vuelta y me senté quedando frente a él.
-Bueno...- rompió el silencio besándome de lleno en los labios. Al principio no me moví ya que no me esperaba eso, pero segundos después, lo hice. Le besé. ¿Me arrepentiría luego de ésto? No lo sé. Pero dicen que si haces una cosa, luego no te arrepientas, pues lo has echo porque era lo que sentías en ese momento. Besaba muy bien. Demasiado bien.
Nuestros pechos subían y bajaban a una velocidad algo ligera. Nos habíamos llevado unos minutos besándonos. Nos separamos y chocamos frente con frente. Me sonrió y le devolví la sonrisa.
-Sabes que ésto no está bien, ¿verdad?- le pregunté sonriendo.
-Se lo que me vas a decir si te pregunto por qué. Me vas a decir que porque soy el hermano de tu mejor amiga y eso a mi no me importa. Si me gustas, me gustas. No hay más que hablar.- me respondió dándome un casto beso en los labios.
Al fin y al cabo, me gustó el beso. No lo puedo negar. Pero, ¿qué se supone que quiere Justin conmigo?
-----O-----
Bueno, siento haber tardado en subir el capítulo, pero como ya dije, quiero que comenten y me digan que les está pareciendo la novela. No quiero escribir a la pared. No quiero lectores fantasmas. Así que por favor, comenten aquí o mencionarme en mi twitter http://twitter.com/@awsmybiebah POR FAVOR! <3
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