martes, 19 de noviembre de 2013

Capitulo 6.

Me desperté por el ruido del despertador. Eran las siete y en una hora entraba al instituto. Froté mi cara y gruñí. Odiaba levantarme tan temprano. Me incorporé y salí de la cama. Fui al armario y cogí unos short negros un poco rotos, una camiseta blanca algo corta, a la altura del ombligo y mis Vans negras. Lo dejé todo sobre la cama.

Me dirigí hacia el baño y entré. Salí con una toalla en el pelo y otra en el cuerpo. Empecé a vestirme. Cuando terminé, cepillé mi pelo y me maquillé un poco. Por las mañanas parecía un monstruo. Mejor no encontrarme a nadie o lo espantaría.

Me dispuse a bajar por las escaleras pero otra mañana más mi hermano me lo impedía.

-Tú y yo tenemos que hablar- me dijo en un tono amenazante. ¿Qué he hecho para que me hable así? Oh mierda. ¿Y si sabe que ayer salí y se lo dice a mi madre? Estoy perdida. 
-Ah ¿sí? ¿Y de qué si puede saberse?- Intenté parecer normal pero estaba un poco nerviosa. No lo podía evitar en estos casos.
-Hablaremos de camino a la escuela. Desayuna lo más rápido posible porque cojo mi mochila y nos vamos- me contestó serio. Esto me está dando miedo.
-Vale pero relájate que es muy temprano.

Bajé los escalones que me quedaban y entré en la cocina para coger algo de comer. 
Cuando mi hermano se ponía así era mejor no llevarle la contraria y hacerle caso. Me ponía nerviosa porque podría ser una tontería. O no. Pero a veces de un granito de arena sacaba una montaña y eso no era bueno.

Él es demasiado protector y a veces era un dolor en el culo. Sé que lo hace todo por mi bien pero cuando una persona se preocupa mucho por alguien ya sea una tontería o no, resulta ser muy pesado y solo te entran ganas de matarle. Pero era mi hermano.

-Vamos Elena. Llegamos tarde y otra vez es por tu culpa- en esos momentos me entraron ganas de contestarle algo borde pero sería mejor callarme si no quería que lo que quiera que fuese, lo convirtiera en algo peor. Esta vez lo había esperado yo a él.

-¿Tienes novio?- soltó de repente dejándome en shock. ¿Pero que se creía que era yo?
-No. ¿Por qué?- le contesté algo seca. Más de lo que quería.
-No me mientas Elena. Sé que sí- me miró sin dejar ir mis ojos.
-Te he dicho que no. ¿Por qué lo preguntas? Sabes de sobra que si tuviera novio te lo diría.
-Elena... si me mientes será peor. Dime la ver--

-Elena!- escuché a alguien decir mi nombre y me giré cortando a mi hermano. Genial. Halla la salvadora está aquí. te debo una.
-Ah hola Halla. ¿Te vienes con nosotros?- le pregunté mientras interiormente quería que respondiera un sí para no tener que aguantar el sermón mañanero de mi hermano.
-Sí, claro- Bien. Me ha salvado una vez más.
-No te creas que te salvas de esta. A la salida te espero y no me valen excusas- me dijo mi hermano acercándose a mi oído para que mi amiga no se enterara. Mierda.

El resto del camino lo pasamos hablando sobre quien tenía hoy el horario más aburrido. Ganamos Halla y yo. Hoy nuestro horario era de lo más aburrido de toda la semana. Bueno en realidad todos los días eran así.


La última hora era matemáticas y se me estaba haciendo de lo más aburrido. No entiendo nada de lo que me explican y para colmo no estoy concentrada así que no voy por buen camino. Tengo que ponerme las pilas rápido si no quiero pasar un verano estudiando. 

Siento que me tiran algo en mi cabeza y me giro para ver que es. Cuando lo hago veo que Maca me está sonriendo pero no es una de sus sonrisas, esas que tanto la caracterizan, sino una mas bien forzada para aparentar que está bien. La conozco desde hace mucho y se que no lo está. Leo la nota.

"Tengo que contar algo. A ti y a las chicas. Esta tarde quedamos en el parque a las seis y os                                                                  cuento. Te quiero mucho."

La miro y asiento esbozando una sonrisa para mostrarle que allí estaré sin falta. Sea lo que sea que tenga que contar la voy a apoyar. Es mi amiga y eso es lo que las amigas hacen ¿no?

No se por qué, pero esto me da que no va a ser algo bueno. Espero estar equivocada y que solo sea una tontería suya que la está haciendo pensar mucho y quiere compartirlo con nosotras. Sabe que nos tiene ahí y que la vamos a ayudar en todo así que no creo que haya problema.

Suena el timbre y recojo mis cosas rápido. Tengo ganas de llegar a casa pero antes tengo que ver a Maca para asegurarme de que está bien. Salgo de la clase y la busco entre tanta gente. Ahí está. Me acerco, pero ya me a visto y viene hacia a mi para irnos juntas.

-No tienes muy buena cara. ¿Qué es eso de lo que tienes que hablarnos?- le pregunto cogiéndola del brazo para ir a nuestras taquillas y dejar los libros que no nos hacen falta allí.
-Nada importante- sonríe. Otra vez una sonrisa fingida.
-Oye, sabes que conmigo no tienes que fingir ¿verdad? Mira, te conozco demasiado bien como para saber hasta cuando tus "hola" son diferentes. Sé que no estás bien y que algo va mal. ¿Qué es? Cuéntamelo- le digo mostrándole mi apoyo.
-De verdad Elena no es nada. Déjalo ir. Hoy en el parque sabréis que es. No vayas de adelantada y esperate impaciente- me dice dándome un codazo y riendo. Río con ella para que aunque sean cinco segundos, se olvide de lo que quiera que esté pensando y sea feliz.
-Bueno vamos. Tengo hambre y quiero llegar ya a casa.

Salimos por la puerta del instituto y nos dirigimos a nuestras casas. Llegamos a la esquina donde cada una cogemos un camino distinto y me despido de ella dándole un beso, un abrazo y diciéndole que todo va a estar bien.

Al llegar a casa no había nadie, ni siquiera mi hermano. Mierda mi hermano. Me dijo que lo esperara en la salida. Tengo que inventarme una excusa antes de que llegue. Me va a matar.

Fui a la cocina para prepararme un sandwich y justo llegó él pegando un portazo.

-Te dije que me esperaras a la salida y yo allí como un imbécil esperando a que salieras y resulta que ya habías salido. Podías haberme dejado un mensaje o algo. No se te van a caer los dedos por teclear en el móvil- me dijo enfadado. ¿Por qué cojones siempre tengo que tener la culpa yo? ¿Es que acaso lo hago todo mal? Me estoy empezando a cabrear. No aguanto más.
-Joder lo siento. He acompañado a Maca porque no está bien y prefiero estar apoyando a una amiga a tener que escuchar tus jodidos sermones que no hacen más que hacerme sentir una mierda cada vez que los das ¿sabes?- le dije con un nudo en la garganta por las ganas de llorar, pero no dejé salir mis lágrimas. No puedo mostrarme débil ante los demás.
-Me importa una mierda. Ahora contéstame a lo de antes- ¿qué? ¿Que le importa una mierda? Se va a enterar.
-Y a mi me importa una mierda tu jodida pregunta- le contesté seca usando su mismo tono de voz. No me iba a pisar ni se iba a creer más que yo. Sólo tiene un año más y se piensa que tiene más. Imbécil.
-No te pases de lista conmigo Elena.
-Eh relaja la raja chaval que has sido tú el que se a puesto como un energúmeno y yo no soy tan tonta como para dejarme pisar por nadie- era hora de ponerle orden- no pienses que cada vez que se te antoje vas a estar echándome la culpa de todo. Eres un imbécil- y me giré para subir las escaleras y perderlo de vista cuanto antes.

Llegué a mi cuarto y cerré la puerta de un portazo para que me escuchara. Al rato llamaron a mi puerta. Sabía que era él.

-Lárgate ahora mismo- dije gritando.
-Elena sé que me he pasado. Quiero hablar contigo. Por favor déjame entrar- me levanto de la cama y abro.
-¿Qué quieres?
-Hablar contigo ahora que los dos estamos más tranquilos- me dijo mirándome a los ojos sin dejarlos ir- Por favor.
-Está bien. Pasa, pero a la mínima te vas- me hice a un lado para que pudiera pasar y cerré la puerta tras de mi girándome para verle.
-Mira, sé que me he pasado, pero no llevo un buen día hoy y después de lo que vi ayer pues quería asegurarme pero no te he hablado de las mejores formas- me dijo mucho más tranquilo que antes.
-Yo tampoco te he hablado de las mejores formas. Lo siento- caminé hasta la cama y me senté en el borde mirándolo.
-Está bien. No pasa nada. Solo quería decirte que ayer te vi besarte con un chico muy parecido a Justin en la entrada de casa. Y no era muy temprano que digamos- me quedé en completo shock. Mierda me había visto- ¿sabes lo que hubiera pasado si mamá y papá te hubieran visto? Y para colmo él es mi amigo Elena, ¿cómo quieres que me lo tome? Ah y encima con intenciones de saltarte por el balcón porque te habías escapado.
-Yo... lo siento Dani. Yo no quería. Fue él. Lo juro que yo no quería, pero me despisté y me besó. Por favor no le digas nada a nadie, ni a él ni a nuestros padres- le contesté algo tímida intentando defender mi posición.
-Puedes estar tranquila por eso, pero ten cuidado. No quiero que te haga daño. Ya sabes como es él. 
-¿Qué? No. No confundas. No estamos juntos y tampoco ha sido de mi agrado eso que ha pasado- mentira. Sí que me gustó, pero nada más.
-Bueno eso es todo. Por favor... ten cuidado Elena- me dijo dándome un beso en la mejilla para irse- Te dejo hacer lo que estuvieras haciendo. Te quiero.
-Vale. Yo también te quiero- cerré la puerta y me fui al baño para darme una ducha.

Puse la radio. Sonaba "Love More" de Chris Brown. Me acordé de Halla y nuestros bailes con esa canción. Si estamos las dos juntas somos un peligro en la ciudad. Vayamos donde vayamos la liamos de una manera que no es muy normal. Pero que mas da, nos lo pasamos bien haciendo el tonto y eso es lo que cuenta. 

Me enjaboné la cabeza con mi champú de frutas y repetí el mismo proceso por mi cuerpo. Dejé que el agua corriera un rato por mi espalda y me dispuse a salir de la ducha. Entré en mi cuarto liada en dos toallas y miré en mi armario que ropa ponerme para ir al parque al encuentro con mis amigas.

Unas vans, pitillos ajustados rotos y una camiseta corta que dejaba ver parte de mi barriga. Dejé que mi pelo cayera en ondas por mis pechos y mi espalda y me maquillé poniendo un poco de eyeliner, máscara para resaltar mis pestañas y lista para salir.

De camino al parque me encontré con las estiradas. ¿Por qué me caían tan mal? No lo se ni yo pero no las soporto aunque quisiera tragarlas. Son demasiado repelentes. Bastante tengo que aguantarlas en los entrenamientos de animadora.

Me lanzaron miradas asesinas y no se el por qué. Pero viniendo de ellas no me importa. Para mi son invisibles aunque a veces son tan insoportables que las encerraría en un cuarto con llaves hasta que se les bajara el ego. Lo tenían por las nubes y eso no es nada bueno.

Llegué al parque y allí estaban todos menos Shei y yo. Era normal para mi que Shei llegara la última, no me extrañaba. Pero a veces se demoraba demasiado hasta tal punto que creíamos que le había pasado algo grave porque no cogía las llamadas ni respondía a los mensajes.

-Hola chicas- saludé a todas dándoles un beso y un abrazo a cada una. Estaban las Paulas. Sí, digo Paulas porque hay más de una. En concreto 3, es un lío a la hora de llamarlas. Maca, Halla, Inés, Carme, Nuria, Safi, Mire, y Nicole estaban allí también.
-¿Falta alguien?- preguntó Maca queriendo soltar ya todo lo que llevaba dentro.
-Sí, Shei como siempre- contestó Nuria riendo. Las demás comenzamos a reír sin parar hasta que oímos un grito proveniente de la entrada del parque. 

Era Shei corriendo y gritando como una loca. Estaba loca, pero la queríamos como una hermana. Siempre haciéndonos reír con sus tonterías. Intentando sacarte una sonrisa a diario haciendo lo que fuera. No quería ver a nadie triste, enfadado o amargado. A sonreír.

-Ya era hora!- gritamos casi todas a la vez aplaudiendo porque por fin había llegado después de estar esperando unos diez minutos mas o menos.
-Hey! No es mi culpa que tarde en arreglarme- comenzamos todas a reír.
-Bueno chicas...- cortó Maca poniendo su rostro más serio que antes.
-¿Qué pasa?- preguntamos todas en coro. A veces dábamos miedo, contestábamos lo mismo a la misma vez.
-Pues que...- una lágrima corrió por su mejilla saliendo de sus ojos sin avisar. Rápidamente la limpió con el dorso de su mano y comenzó a hablar de nuevo- el otro día mis padres nos llamaron a todos mis hermanos y a mí, para hablar con nosotros. Y os juro que no quiero pero no se que más hacer.
-¿Pero qué pasa tía?- le pregunté algo preocupada por ella. La había visto varias veces mal pero nunca nada comparado con esto y la verdad comienzo a asustarme.
-Que... mis padres quieren que nos mudemos a California y yo.. no quiero dejar Barcelona. Este es mi sitio. Mi país. Donde he aprendido todo. Mi hermano Justin, bueno mi primo, si que sabe inglés a la perfección pero yo tendré que acostumbrarme y no quiero joder. No.

Justin fue adoptado por sus tíos, los padres de Maca a los 13 años ya que su madre se volvió a enamorar de otro hombre después de la dura separación con el padre de Justin, Jeremy.
Él se enfadó demasiado aunque era una tontería y decidió venirse a España. Le costó mucho adaptarse. Tuvo que dejar a todos sus amigos de la infancia en Stratford. Tuvo que acostumbrarse a hablar otra lengua, pero eso a él no le importó en absoluto. La decisión la tenía tomada y nada le hizo cambiar de idea.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
LO SIENTO POR TARDAR EN SUBIR, PERO ES QUE NO RECIBO COMENTARIOS Y NO SE PARA QUIÉN ESTOY ESCRIBIENDO. SI QUERÉIS QUE SIGA LA NOVELA DEBÉIS COMENTAR AQUÍ, EN MI ASK O EN MI TWITTER. TENGO MUCHAS COSAS PREPARADAS QUE SE QUE OS VAN A ENCANTAR PERO PARA QUE SUBA CAPÍTULOS TENÉIS QUE COMENTARME Y SUBIRÉ. EL DRAMA ESTA A LA VUELTA DE LA ESQUINA Y ESTO NO HACE MAS QUE EMPEZAR. LOVE U! 

twitter: @awsmybiebah 

miércoles, 16 de octubre de 2013

Capitulo 5.

Me levanté y empecé a andar hacia el agua.

-¿Dónde vas?- me preguntó Justin.
-No se.- le respondí recogiéndome el cabello y abanicándome el cuello.
-Oh, al parecer alguien tiene calor.- me dijo riendo. Idiota.
-Pues sí, tengo calor, ¿algún problema?- lo dije demasiado seca. Más de lo que quería.
-No, no tengo ningún problema, hace un rato tenías frío, pero eso lo podrías arreglar dándote un chapuzón.- dijo levantando sus manos en señal de rendición.
-Sí, claro, en eso estaba pensando. En volver a casa empapada, que mi madre me toque las palmas por llegar así y después caer enferma.- dije sarcásticamente. Es mi segundo idioma.
-Eres muy graciosa. ¿Lo sabías?- dijo acercándose a mi y riendo.
-Si lo sé. Pero no creo que eso sea un gran problema. Es decir, ser graciosa no es malo.
-No he dicho que sea malo.- acortó más la distancia y me besó.

Me aparté poco a poco poniendo mis manos en su pecho. No quería que esto llegara a mas.

-Es tarde. Deberíamos volver.- dije agachando mi mirada mordiendo mi labio.
-No hagas eso.
-¿El qué?- le miré.
-Eso, morderte el labio.- señaló mi boca.
-Oh, vale. No sabía que ya no podía hacer nada conmigo misma.

Rió por mi comentario. Besó mi mejilla y me cogió la mano.

-Vamos.- me regaló una sonrisa.

Ésto para mi es raro. Es decir, salir a pasear con el hermano de tu mejor amiga, al que conoces desde pequeña, con el que has jugado siempre, se habéis tratado como hermanos, para mi es raro. No se tú.

La vuelta a casa fue en silencio. Sólo se escuchaba el ruido del motor de la moto. Llegamos a mi casa, ni siquiera me había dado cuenta. Estaba hundida en mis pensamientos.

-Bueno, ya hemos llegado.- dice bajando de la moto. ¿A dónde cree que va?
-Sí, buenas noches. Adiós.- le dije lanzándole una sonrisa. Me di la vuelta cuando sentí unas manos en mi muñeca que me devolvieron al sitio.
-¿Qué haces?- pregunté confundida en cuanto a lo que acababa de pasar.
-No tan rápido. Despídete de mi en condiciones.- me dijo sonriendo pícaramente.

Se veía tan jodidamente bien haciendo eso.

-Vale. Adiós señorito Justin. Que descanse usted bien. Muy buenas noches.- le dije marcando una sonrisa en mi cara. Le iba a dar un beso en la mejilla cuando él se giró y enganchó mis labios y me besó.

¿Qué demonios hacía? Me estaba volviendo loca. Todo esto es su culpa. Es un gilipollas, al rato es dulce y cariñoso. ¿A qué juega? Yo no quiero tener problemas y al estar con él, es lo único que voy a tener. Problemas, problemas y más problemas.

Le seguí el beso. Pero no pasó mucho cuando me separé. No quería que nos viera nadie y mucho menos mis padres o mi hermano. Me montarían un pollo nada mas llegar a casa que se enteraría el vecino de al lado. Y no exagero.

-E-es tarde Justin.- le dije tartamudeando. No podía evitar ponerme nerviosa. ¿Y si me había visto alguien? Me llevé la mano a mi nunca, bajé mi mirada y poco después puse mi pelo a un lado.
-Ahora puedes ir tranquila a casa.- me dijo dándome un  beso en la mejilla.
-Adiós Bieber. Buenas noches.- me di la vuelta y caminé hacia mi casa.
-Buenas noches Elena.- se dio la vuelta y se montó en su moto.

Cuando iba a abrir la puerta de mi casa, me di cuenta de que Justin se había llevado mi bolso con mis llaves y mi móvil.. Iba a llamar a Macarena y Halla en cuanto llegara a mi habitación. Pero por desgracia no lo pude hacer. Gilipollas.- murmuré.

¿Y ahora como entraba a mi casa? ¿Qué excusa me inventaré para contarle a mi madre? Oh dios mío. ¿Que iba a hacer? Me encaminé hacia mi ventana dispuesta a saltarme cuando sentí el ruído de un motor. Mierda. Seguro que eran mis padres. Estaba perdida.

Me agaché y me senté en el suelo para que no me vieran. Tendría que esperar un poco hasta que mis padres entraran y se fueran a su habitación a dormir. Me acordé que no puse el pestillo a mi habitación. Ahora si que estaba perdida. Me iban a matar.

La sombra de una figura se puso delante de mi. Era Justin. ¿Qué hacía que no se había ido ya? Bueno, solo esperaba que mis padres no lo hubieran pillado entrando a nuestro jardín.

-¿Qué haces aquí?- le pregunté algo bajo pero que sus oídos pudieran captar.
-Al parecer a alguien se le olvidó el bolso con todo dentro. Toma, vine a traértelo. No quería que te quedaras en la calle aunque por lo que veo tenías intención de saltarte por tu balcón hacia tu cuarto.- me dijo riendo. Se podían ver sus perfectos dientes blancos. ¿Qué coño? Deja de pensar así Elena.
-Oh, gracias. Ahora ya puedes irte. No quiero que mis padres o mi hermano te vean conmigo. Adiós.
-¿No podrías ser un poco más simpática? Bueno, adiós.- la verdad es que me estaba pasando con él. Era demasiado borde.

Salté hasta mi balcón y entré en mi cuarto. Te preguntarás que por qué no he entrado por la puerta si tengo llaves. Bueno, no creo que sea muy bueno que mis padres descubran que a estas horas he estado con un chico y aún no estoy dormida teniendo clases mañana.

Cuando estaba dentro de la habitación, se escuchaban ruidos por la escalera. Mierda. Mi madre. La conocía sólo por el ruido que hacía. Corrí hasta mi cama, la destapé y entré. Me hice la dormida. Notaba la presencia de mi madre en la puerta, cómo me miraba. Cerró la ventana y se fue. Me quedé dormida.

---------------------------

Me desperté por el ruido del despertador. Eran las siete y en una hora entraba al instituto. Froté mi cara y gruñí. Odiaba levantarme tan temprano. Me incorporé y salí de la cama. Fui al armario y cogí unos shorts negros un poco rotos, una camiseta blanca algo corta, a la altura del ombligo y mis Vans negras. Lo dejé todo sobre la cama.

Me dirigí hacia el baño y entré. Salí con una toalla en el pelo y otra en el cuerpo. Empecé a vestirme. Cuando terminé, cepillé mi pelo y me maquillé un poco. Por las mañanas parecía un monstruo. Mejor no encontrarme a nadie o lo espantaría.


-------------------------------------------------------O-------------------------------------------------

HOLA! LO SIENTO POR TARDAR TANTO EN SUBIR, PERO OS RECOMPENSARÉ.
SOLO QUIERO DECIROS QUE SI HABÉIS LEÍDO EL CAPÍTULO, COMENTÉIS AQUÍ O EN MI TWITTER. QUIERO SABER SI ME LEEN O NO.
ESTE CAPÍTULO SE LO DEBO A ELENA, ELLA ME HA AYUDADO UN POCO.
ESPERO QUE OS GUSTE. LO SIENTO SI NO OS ESTÁ PARECIENDO BUENA O ALGO PERO ES QUE NO TENGO NADA DE INSPIRACIÓN YA QUE NO SE SI ME LEEN O ESTOY ESCRIBIENDO A LA PARED. A LAS QUE ME LEEN SOLO DECIROS QUE MUCHAS GRACIAS. LOVE U!

Twitter: @awsmybiebah


miércoles, 17 de julio de 2013

Capítulo 4.

Estaba viendo la televisión. MTV para ser exactos. No me canso de ver este programa. Escuché el ruido de un motor de una moto, parecía eso, pararse en frente de la puerta de mi casa. Al cabo de los segundos suena el timbre. Supuse que era Justin.

-¿Quién es?- dije alzando mi voz para que pudiera escucharme. No recibí respuesta.
-¿Quién es? Contesta o no abro la puerta.- me estaba empezando a cabrear.
-Soy yo.- era una voz que me sonaba de algo. De mucho.
-Ah muy bien 'yo', ya puedes decirme el nombre.- dije con un tono exigente. Más de lo que quería.
-Soy Justin, Elena.- Asentí como si pudiera verme y abrí la puerta.
-Hola.- le dije un poco seca.
-Hola preciosa.- me contestó con una sonrisa en la cara.
-Ay ya Justin. Para de piropearme.
-No puedo.
-Sí que puedes.
-Vamos anda.- me dijo cambiando el tema. Sabía perfectamente que yo hubiera seguido así hasta por la mañana porque soy muy cabezona.
-Sí. Será mejor.- le contesté. Si las miradas mataran, él ya estaría muerto.

Cogí mi bolso con las llaves de la casa y cerré la puerta detrás de mi. Nos dirigimos hacia la moto. Justin se montó delante y me dijo que me subiera detrás de él.

-Agárrate fuerte y disfruta. No todas tienen ésta oportunidad.

No respondí. Hice lo que me dijo. Pasé mis brazos por su cintura y me apreté contra él. Me daban un poco de miedo las motos, la verdad. Arrancó llevando el motor a la vida . Iba demasiado rápido para mi gusto.

-Ve más despacio por favor!- le grité para que pudiera oírme.
-Si vamos más despacio, cuando lleguemos será la hora de irnos a casa!- me gritó mientras no dejaba de mirar a la carretera.

Llevábamos como 10 minutos en la moto y yo me estaba empezando a poner nerviosa. No me gustaba las sorpresas.

*Elena, no dijo nada de sorpresas.*

Odiaba a mi subconsciente.

-¿A dónde vamos?- le pregunté alzando mi voz por encima del motor.
-A un sitio que te va a encantar, ya lo verás.

Este niño me estaba volviendo loca. Lo odiaba. Pero a la vez sentía algo raro hacia él. Cuando estaba cerca de mi me sentía mejor, protegida. Una sensación rara de explicar. ¿Qué me está pasando? Juro y perjuro que no lo se ni yo.

Quiero aclararme porque ahora mismo mi cabeza es un caos total. Es un enredo de cables. Un sin fin de cosas que tengo metidas en esta cabecita y quiero aclarar ya. Esas veces en las que no sabes que hacer, que decisión tomar. No sabes que te está pasando. La vida sólo sabe sorprenderte con cosas que no esperas. Una voz me sacó de mis pensamientos.

-Hemos llegado.- abrí mis ojos para ver en el sitio que estábamos. Mi boca hacía una perfecta 'O'. Era hermoso. Una playa tranquila, sin nadie que molestara. Era normal, era de noche y sólo unos locos como nosotros vendrían a estas horas a pasar una rato aquí.
-Wow, es... es hermoso.- dije como pude. Estaba sorprendida. ¿Era ésto un sueño?
-Sí, es realmente bonito.- dijo mirando al horizonte.
-¿Cómo has descubierto este lugar?- pregunté por curiosidad.
-Bueno, cuando salgo con la moto, me recorro muchos sitios. Uno de los días que salí, me encontré con esta playa y me llamó la atención. Así que decidí traerte a ti porque eres especial para mi.- me quedé congelada ante sus palabras. No sabía de que iba ésto. Sería una broma o quizás tenía una apuesta con unos amigos del instituto. No lo sé.
-Vaya, estoy impresionada. Gracias- dije fijando mi mirada en sus ojos color miel. Sonreí y él me devolvió la sonrisa.
-No tienes que dármelas. Lo hago porque quiero.- me dio un beso en la mejilla. Otra vez ese escalofrío. Esa sensación rara que me hacía subir al cielo y volver.
-Hmm... esto... ¿qué hacemos?- le preguté.
-No se, si quieres podemos bañarnos o quizás hablar.- me dijo mirándome fijamente a los ojos. Veía en ellos algo que nunca vi en otros. Brillaban mucho.
-Hace un poco de frío Justin. No me voy a meter ahí ni de coña.- le dije con una risa sarcástica.
-Ven aquí.- se sentó en la arena y me hizo un gesto con su mano para que me sentara junto a él. Al principio dudé, pero después no vi el problema que habría si me sentara ahí, así que me senté.

Hubo un silencio incómodo entre nosotros. No sabía si romperlo yo o esperar a que él dijera algo. Parecía que Dios me había escuchado, pues él habló.

-Elena.
-¿Sí?- le respondí.
-Sabes que me gustas, ¿verdad?- me preguntó mientras acercaba sus labios a mi oreja. Oh dios. ¿Cómo se supone que debía de responderle ahora? Me di la vuelta y me senté quedando frente a él.
-Bueno...- rompió el silencio besándome de lleno en los labios. Al principio no me moví ya que no me esperaba eso, pero segundos después, lo hice. Le besé. ¿Me arrepentiría luego de ésto? No lo sé. Pero dicen que si haces una cosa, luego no te arrepientas, pues lo has echo porque era lo que sentías en ese momento. Besaba muy bien. Demasiado bien.

Nuestros pechos subían y bajaban a una velocidad algo ligera. Nos habíamos llevado unos minutos besándonos. Nos separamos y chocamos frente con frente. Me sonrió y le devolví la sonrisa.
-Sabes que ésto no está bien, ¿verdad?- le pregunté sonriendo.
-Se lo que me vas a decir si te pregunto por qué. Me vas a decir que porque soy el hermano de tu mejor amiga y eso a mi no me importa. Si me gustas, me gustas. No hay más que hablar.- me respondió dándome un casto beso en los labios.

Al fin y al cabo, me gustó el beso. No lo puedo negar. Pero, ¿qué se supone que quiere Justin conmigo?


                                                                -----O-----
Bueno, siento haber tardado en subir el capítulo, pero como ya dije, quiero que comenten y me digan que les está pareciendo la novela. No quiero escribir a la pared. No quiero lectores fantasmas. Así que por favor, comenten aquí o mencionarme en mi twitter http://twitter.com/@awsmybiebah POR FAVOR! <3

lunes, 15 de julio de 2013

Capítulo 3.

Llegamos a donde estaban las chicas. Me miraron divertidas diciéndome con la mirada "cuéntamelo todo ahora" Las ignoré y seguí mi camino hasta mi toalla. Me tendí boca abajo y comencé a tomar el sol mientras Halla, Macarena y Sheima me bombardeaban a preguntas. Decidí pasar del tema y dejarlas que sacaran sus propias conclusiones.

Escuché mi nombre un poco lejos. Levanté mi mirada y vi que eran Justin y Fredo llamándome para que me bañara con ellos. Les dije que no y Alba y Mamen se acercaron a mi diciéndome que me animara y me metiera con ellas en el agua.
-Joder he dicho que no y es que no.
-Venga venga venga. Porfi porfi porfi.- parecían un disco rallado.
-No.- negué rotundamente.
-Jope tía, que sosa. Pues nos vamos nosotras.- respondieron con sus voces de pito. Aveces las odiaba, otras en cambio las ignoraba porque apenas tenía relación con ellas. Solo cuando tenía que ir a los entrenamientos de animadora.
-Sí soy muy sosa, así que venga. Fuera.

Se fueron contoneando sus caderas. Cualquier día se les salían de tantos movimientos. Habían pasado 10 minutos desde que me hicieron esa petición. La verdad ya empezaba a tener calor, pero mis pensamientos cambiaron en un instante cuando sentí un cuerpo frío sobre mí. Justin.
-JODER JUSTIN! ¿SE PUEDE SABER QUE COÑO HACES? SAL DE ENCIMA DE MI!- le dije gritando. Eso me había sentado bien pero yo tenía que seguir en mi línea de chica dura. Si después no quería sufrir.
Todos empezaron a reír incluido Justin.
-Sal necesitas tú, estás un poco sosa- dijo como pudo porque no paraba de reír.
-¿Te crees muy gracioso?- le dije mientras me daba la vuelta. Quedé justo en frente de su cara. Cogí un puñado de arena y se le restregué por toda la espalda.
-Oh dios Elena. Te vas a arrepentir. Corre!- me dijo divertido mientras reía. Yo no le veía la gracia así que le desobedecí y me quedé en mi toalla.
-Bah, tonterí-- me corté cuando me di cuenta de que estaba en el aire. Justin me había cogido en brazos.-SUÉLTAME JUSTIN!

Él se reía sin parar. Yo pataleaba sin parar gritando y pegándole en la espalda. Me tenía cogida como un saco de patatas y me estaba haciendo daño en el estómago. Parecía que eso no le importaba porque no paraba de correr.
-QUE TE HE DICHO QUE ME SUELTES! QUE ME HACES DAÑO GILIPOLLAS! NI SE TE OCURRA TIRARME AL AGUA PORQUE VERÁS!
-¿Porque qué?
-Porque te va a faltar terreno para correr imbécil.
-¿Algún insulto más?
-Sí, pero no tengo ganas de perder el tiempo con idiotas.
-Vamos Elena, no pierdas más el tiempo y déjate llevar por tu corazón. Sé que te vuelvo loca. Acéptalo- dijo serio mientras me bajaba de su agarre.
-Yo no tengo que aceptar nada. en cambio tú si.
-¿Y qué se supone que tengo que aceptar yo?- me preguntó clavando su mirada en mis ojos marrones chocolate.
-Nada déjalo. Me voy.- dije mientras me giraba dirección a donde estaban las chicas. Pero una mano agarrando mi muñeca me interrumpió.
-Elena, me gustas.
-Vale muy bien. Pues búscate a otra porque yo no pienso ir contigo.
-Elena por favor.
-Adiós Justin.- intenté irme pero me volvió a girar.
-Pronto caerás a mis pies.

Yo simplemente lo ignoré e hice mi camino hacia me toalla para irme a casa. No quería estar más tiempo aquí. Me estaba empezando a agobiar.
-Chicas yo me voy, lo siento.- les dije a las 3.
-¿Por qué? ¿Te encuentras bien?- me preguntó Maca.
-Sí estoy bien. Es solo que estoy un poco cansada y me quiero dar una ducha y acostarme.
-Bueno vale, si quieres nos vamos contigo.- propuso Shei.
-No hace falta chicas. Gracias.- fingí una sonrisa y me largué de allí. No aguantaba estar más tiempo al lado de ese idiota.

Llegué a casa. Me encontré un papel en la mesita de la entrada.

"Elena, he salido un momento. Vuelvo enseguida.
                    Dani."

Suspiré. Bueno, pues estaba sola en casa. De nuevo. Ya estaba acostumbrada a estar sola. Mis padres trabajando y mi hermano se pasaba el día con los amigos.

Subí las escaleras, llegué a mi cuarto y decidí darme una ducha. Me iba a venir bien. A los diez minutos estaba fuera del baño, con una toalla en mi cabeza y otra en mi cuerpo. Me sequé, cogí mi ropa interior. Me deslicé en ella. Cogí unos shorts cortos de chándal negros y una camiseta de tirantes blanca. Me cepillé el pelo. Estaba algo rizado, caía en cascada por mis pechos y mi espalda. Me llegaba casi por el trasero.

Bajé al salón, cogí el mando y puse MTV. Estaban echando America´s Best Dance Crew. Me encanta es programa. Mi barriga rugió, miré la hora y eran las nueve y media. Fui a la cocina y me preparé un sandwich. Mi móvil sonó. Era un whatsapp.

·De Justin
Hola preciosa :)

·Para Justin
Hola Justin.

·De Justin
¿Quieres salir a dar una vuelta?

·Para Justin
¿Estás loco? Ni de coña.

·De Justin
Joder Elena no seas así. Me pones las cosas muy difíciles. Tu me gustas ¿vale? Y mucho.

·Para Justin
Blablabla tonterías. Bieber, te conozco y sé como eres. Enamoras a las tías diciéndole cuatro cursiladas, te la follas y si te he visto no me acuerdo. Conmigo eso no te vale.

·De Justin
Elena no. Eso era antes, ahora no. He cambiado. He madurado. Sé lo que quiero, y te quiero a ti.

·Para Justin
Vaya, no sabía que una persona puede cambiar en una semana.

·De Justin
Por favor Elena, créeme al menos una vez en tu vida.

·Para Justin
Vale.

·De Justin
Entonces qué, ¿salimos a dar una vuelta? Por favor.

·Para Justin
Está bien. Pásate a recogerme si quieres que vaya. Porque no pienso andar sola a estas horas.

·De Justin
Sisi, en 20 minutos estoy ahí.

·Para Justin
Okay. No tardes, mañana hay instituto.

·De Justin
Vale bonita. Prepárate ya que salgo en 5 minutos.

No contesté y dejé mi iphone en el sofá. Subí las escaleras corriendo y me miré al espejo. Sería mejor maquillarme un poco. No me iba a cambiar, iba a ir con esta ropa. Puse eyeliner y un poco de máscara para las pestañas y lista. Bajé y me senté en el sofá a esperar.


Capítulo 2.

Halla, Macarena, Sheima y yo, pasamos la tarde juntas en mi casa viendo películas. Sheima vino un poco más tarde, es normal en ella. Justin no había llegado aún, la verdad que no me importaba. Ug! maldita sea Elena ¿qué haces pensando en él? este chico a ti nunca te ha importado y no tiene por qué hacerlo ahora.

Una idea vino a mi mente. Starbucks. Hacía unos días que no pasaba por allí. Hoy se me apetecía.

-Chicas, ¿qué os parece si vamos a Starbucks y después a la playa?
-Hmm.. sí claro, ¿por qué no?- dijo Shei riendo.
-Vale- contestó Halla con la boca llena de palomitas y se le escaparon unas cuantas. Reímos todas por la situación.
-Maca, ¿y tú que dices? ¿vienes a Starbucks?
-Sí por supuesto, vamos.
-¿Estás bien tía?- preguntó Shei.
-Sí, estoy bien. Es sólo que no estaba en lo que tengo que estar- rió levemente.
-Okay. Voy a avisar a mi hermano que nos vamos.

-Daniel! Me voy!-grité para que me escuchara.
-¿A dónde vas señorita?- dijo gritando tan alto que lo escuharían al otro lado de la ciudad.
-Te he dicho mil veces que no me digas señorita! Me voy a donde no te importa! Adiós!- y cerré la puerta para que no siguiera con su interrogatorio estúpido.

Aveces es tan protector que me cansa y me entran ganas de matarle, pero es mi hermano mayor, lo comprendo. Sé que no quiere que me hagan daño, pero yo sé cuidarme sola. No me hace falta nadie.

Saqué mi móvil del bolso, lo desbloqueé y vi que tenía un mensaje. De Justin. ¿Qué pasa, que no me iba a dejar tranquila o qué?

·De Justin
-Elena, no he podido ir porque estaba ocupado. Luego pensaba ir a la playa, si quieres podemos vernos allí.

¿Este chico que se creía que era mío? Porque hasta lo que yo se no estábamos juntos, no me he ido, no me voy a ir, ni me iré con él. Es decir, es el hermano de mi mejor amiga y es odio lo que siento hacia él. No respondí al mensaje.

*Elena, Elena. No te engañes a ti misma. Acepta de una vez que este chico te trae loca*

De nuevo mi amiga conciencia volviéndome loca. Sacudí mi cabeza para que ese pensamiento se fuera de mi cabeza rápido.

-ELENA!- gritaron las tres a la vez.
¿Qué?- dije haciendo una mueca.
-Qué llevamos un rato diciendo tu nombre, pero por lo que se ve, en tu mundo se está de maravilla.- dijo Halla en un tono enfadado
-Lo siento chicas, estaba pensando en lo que haríamos después de ir a Starbucks.- Mentira. Estaba pensando en el jodido hermano de mi mejor amiga. Me estaba volviendo loca.
-¿Ah sí? ¿Y que vamos a hacer después de ir a Starbucks?- dijo en un tono desafiante.
-Pues nose, iremos a la playa como habíamos dicho ¿no?- dije como si fuera la cosa más obvia del mundo.
-Aaaah bien... vamos anda.

Llegamos a Starbucks y mis amigas y yo, nos pedimos un frapuccino. Estábamos sentadas riendo por cosas que decíamos sin sentido alguno hasta que una teléfono empezó a sonar. El mío. Justin. Otra vez dando la nota. ¿Qué coño quería este niño? Estaba con su hermana al lado. No podía cogerlo. Nadie sabía que nos íbamos a ver, por lo que lo silencié y no respondí a la llamada.

-¿Quién es Elena?- dijo Sheima.
-Oh, es mi hermano.- dije despreocupadamente con una sonrisa fingida en mi rostro.
-¿Y por qué no se lo coges?- me preguntó Macarena.
-Pues porque no quiero escuchar sus charlas y no tengo ganas de que me haga un interrogatorio. Eso es todo.- contesté.
-Bueno vale. ¿Nos vamos? La verdad es que tengo ganas de bañarme.- preguntó Halla con una cara divertida.
-Sí vamos!- contestaron Shei y Maca gritando.

Llegamos a la playa. Allí estaba él con su amigo Alfredo y dos chicas más. Una de ellas era Alba, la chica popular del instituto por así decirlo y la otra Mamen. Aveces, estas chicas podían llegar a ser un dolor en el culo. Se creían lo más y no. No era así.

Seguimos caminando hasta llegar a la orilla. Tendimos nuestras toallas y nos tumbamos a tomar el sol. Creo que me iba a quemar porque no me eché protección. Estábamos riendo, pasando un buen rato hasta que una voz nos sacó de nuestro lugar.

-Hola chicas. Hola hermana- dijo con una sonrisa divertida mostrando sus blancos dientes. Era Justin, ¿qué quería ahora? No contesté a su saludo. Me limité a seguir tomando el sol.
-Ah hola Jus. ¿Qué haces aquí?- le preguntó Macarena.
-Bueno, pues lo mismo que vosotras supongo. Tomar el sol y divertirme con Fredo. Elena, se puede saludar eh, no como a nadie.
-Hola-dije seca sin mirarle a la cara.
-Vaya, tan amable y simpática como siempre.- dijo en un tono sarcástico.
-¿Tienes algún problema? No ¿verdad? Pues ahora date la vuelta y vete por donde has venido.
-No, no me voy a ir. ¿Por qué no me cogiste el teléfono?- me quedé sin saber que contestar. Las chicas me miraron asombradas.
-Eh.. hmm.. ¿de qué hablas?
-Te he llamado hace media hora y no me lo has cogido, ¿por qué?- volvió a preguntar. Joder, esto es más difícil de lo que yo creía. ¿Cómo le iba a explicar a su hermana ésto? Bueno, tampoco es que fuera muy difícil porque Justin y yo sólo somos amigos y yo lo odio.
-Te habrás confundido. A mi no me has llamado.
-Ah ¿no? yo diría que si. Antes de llamarte te mandé un mensaje y tampoco contestaste.
-Te he dicho que te has equivocado, a mi no me has llama-
-Elena, si te ha llamado, mira, mensaje de Justin y llamada de Justin- me cortó Shei.
-¿Qué haces con mi móvil? Dámelo- le dije enfadada. Esta situación me estaba poniendo nerviosa.
-Joder Elena, que no pasa nada. Sabes perfectamente que nosotras queremos que te estrenes ya de una vez.- dijeron Halla y Shei.
-Sí tía, y mas si es con mi hermano. Ay qué feliz estoy! Mi mejor amiga va ser mi cuñada!- dijo Macarena demasiado contenta. Con una sonrisa se levantó de la toalla y comenzó a saltar y a gritar. Definitivamente estaba loca.
-Sí claro, y sobre todo con este. Soñar es gratis.
-Elena, ¿podemos hablar un momento?- me preguntó Justin. no veía el problema de no hablar con él así que acepté.
-Sí claro. Dime.
-No aquí no. En privado. No quiero que ciertas personas se enteren.- miró a su hermana guiñándole un ojo y regalandole una sonrisa.
-Está bien. Vamos.- cogí mis gafas y me las puse.

Después de caminar unos minutos, llegamos a un sitio muy bonito. Había unas rocas, nos sentamos en ellas. Un silencio incómodo estaba entre nosotros que poco después Justin interrumpió cuando comenzó a hablar.

-Verás, esto es difícil de explicar. No se como empezar.- dijo algo nervioso. Yo simplemente reí.
-Habla o me voy.
-Aver.. Elena tu me gustas.- ¿qué? ¿acaba de decir que le gusto? Nono, habré oído mal.
-¿Qué?- le pregunté para ver si lo que acababa de decir lo había escuchado bien.
-Que me gustas. Sé que te parecerá raro porque yo solo me he fijado en las rubias plásticas. En cambio tu eres morena y no eres plástica- empezamos a reir.
-Pero Justin. Eres el hermano de mi mejor amiga, ¿cómo te lo digo?- la verdad es que esta conversación me estaba resultando un poco incómoda.
-Que me da igual. Que me da igual lo que piense mi hermana. Que ella no me controla. Además, ella quiere que salgamos. ¿Cómo te lo digo?- dijo utilizando el mismo tono de voz que yo había usado.
-Oh dios. Esto me parece algo raro. Tengo muchas cosas en la cabeza.
-Sólo déjate llevar por la situación.- me fue a besar pero me aparté poniéndome en pie delante de él.
-Esto... hmm... debemos irnos. Los chicos van a pensar mal.
-Me da igual lo que piensen.- me fue a besar por segunada vez y otra vez me aparté.
-Me voy, ¿te vienes o te quedas ahí sentado?- me sonrió y se puso a mi altura para caminar cuando me cogió por la cintura y yo me estremecí por el contacto.
-Distancia chaval.- le dije riendo. Me sonrió y me dio un beso en la mejilla apartando su brazo y dándome una mirada en la que me quedé enganchada.

Otra vez esa sensación desconocida, ese escalofrío que no he sentido nunca. ¿Qué me pasa?

                                                                 -----O-----


Bueno, ya está el segundo capítulo subido. No quiero lectoras fantasmas por favor! Si queréis que suba el tercer capítulo tenéis que comentar aquí o bien mencionarme en mi twitter https://twitter.com/awsmybiebah
Espero que les esté gustando la novela. Decidme si los capítulos los queréis más largos o así están bien. No quiero alargarlos mucho para que la novela no acabe tan pronto. Love u! <3

domingo, 14 de julio de 2013

Capítulo 1.

Mi vida últimamente no es muy buena. La buena suerte no está de mi parte, parece que no quiere que sea feliz. No se que hacer para encontrarme a mi misma. Quiero acabar con toda esta mierda lo mas pronto posible, pero parece ser que ésto es un ciclo sin fin. ¿La verdad? me da igual ya de todo.

Me levanto de un salto de la cama después de estar hundida en mis pensamientos. Me dirijo al cuarto de baño, me quito la ropa y entro a la ducha. Por las mañanas me sientan bien, me relajan. Cojo el champú de frutas y enjabono mi cabeza, repito ésto por el cuerpo.

Poco después, salgo liada en una toalla, una para el cuerpo y otra para la cabeza. Miro el reloj y me quedan 20 minutos para terminar de arreglarme e ir al instituto. Mierda. No me va a dar tiempo.

Hoy tengo un examen de historia, me lo se. Solo espero que no me pase lo de siempre. Quedarme en blanco cuando tengo el examen delante. Me dirijo al armario y me decido por unas Vans negras, un chaleco corto dejando la barriga al descubierto y unos pitillos rotos ajustados. Me deslizo en mi ropa interior y empiezo a vestirme. Me miro en el espejo y tengo una cara que da miedo. Me maquillo un poco, me peino y lista. Bajo por las escaleras chocándome con mi hermano.

-Hey Elena! ten mas cuidado y mira por donde andas. Me vas a caer por las escaleras.
-Calla imbécil.
-No te he insultado hermanita, así que relájate un poco. Si estas de mal humor no es mi culpa.
-Te he dicho que te calles. ¿Qué parte no entiendes?
-Bueno bueno... como están los humos hoy...
Le doy una colleja y se queja.
-Auch!
-Te dije que te callaras.
Sigo mi camino hasta llegar a la cocina. Me quedan 7 minutos para salir de mi casa. Cojo unas magdalenas, un zumo de naranja y salgo por la puerta.
-Dani! me voy! ¿te vienes conmigo o te quedas ahí? Vamos tarde!
-Espérame! Ya voy!

Salgo por la puerta y me siento esperándolo.

-Vamos, que llegamos tarde.
-Dani no es mi culpa que tardes en arreglarte más tiempo que una chica.
-¿Qué dices? será la primera vez que me tienes que esperar, siempre me toca hacerlo a mi.
-Vamos anda. Llegaremos tarde y no tengo ganas de que el prosfesor me mande al despacho.

El camino lo pasé hablando con mi hermano y riéndonos de tonterías. Él tiene un año más que yo. Tengo 17 años, él 18. Es demasiado protector diría yo.

-Bueno Dani, me voy a la clase.
-Vale Elena, te espero a la salida para ir a casa y no me vale que me digas que te quedas a comer en casa de Halla.

Halla es mi mejor amiga junto con Macarena. Las tres somos uña y carne. Inseparables.

-Joder, que si pesado. Adiós.
-Adiós Elena.

Entré en clase y me senté en mi sitio al lado de mi amiga.

-Hey Jelen- así me llamaban mis amigas de vez en cuando- ¿qué tal te has levantado hoy? ¿también estás de mal humor?
-Ja ja, qué graciosa estás hoy. No me he levantado de mal humor, o eso creo.
-Uf, yo no diría lo mismo eh.
-Calla- río levemente.
-Halaaaaa! pero si se ha reído!
-Joder tía, que dramática eres de verdad.
-No, ¿yo? para nada- dijo riendo.
-Anda anda. Macarena!- Le grito ya que está en la otra punta de la clase- Hoy no te he visto en el sitio donde quedamos todas las mañanas para venir. ¿Dónde estabas tía?
-Ah hola chicas!- Se acerca a la mesa- Hoy he salido un poco más tarde porque he peleado con mi hermano.
-Jajaja ¿Cuál de ellos?- pregunto.
-Uf, Justin. Me pone de los nervios metiéndome prisas y como ya sabéis- nos mira a nosotras dos- a mi nadie me mete prisa jajajaja.
-Joder Maca, pero si Justin es un cacho pan.

Justin tiene 18 años, amigo de mi hermano. Es un poco conflictivo, pasa de todo y de todos. A mi personalmente me atrae, pero no. Paso de él y sus tonterías.

-Sí claro, eso es lo que tu crees, pero conmigo es un gilipollas.
Reímos las tres.
-Lo se lo se, lo decía en broma.

Entra en la clase el profesor y ya comienza con su charla mañanera. La mañana transcurre bien. Sin problemas, pero aburrida y cansina como los mismísimos profesores excepto la hora del examen, que estaba concentrada.Espero que me haya salido bien.

Toca el timbre de la última clase y en la puerta del aula se forma un tapón como siempre. Joder, ¿no saben salir como personas normales? ¿Son animales o algo? No hay cosa que me de más coraje que eso. De repente una voz me saca de mis pensamientos.

-Hey Elena, ¿te apetece quedar esta tarde?- Era Justin. Oh dios, que pesadilla de niño.
-¿Estás loco? Ni en sueños! Eres el hermano de mi mejor amiga. No no.
-Ríe- Buaf, ¿y qué? A mi hermana no le importa lo que yo haga o deje de hacer. Soy mayorcito.
-Exacto, tú lo has dicho, eres mayorcito para darte cuenta de la estupidez que acabas de decir.
-Me mira con una sonrisa pícara- Vamos Elena, sé que quieres quedar, pero por ser el hermano de tu mejor amiga no lo haces. Vamos, lo pasarás bien. Te lo prometo.

Bueno, este chico me estaba convenciendo, pero joder. Era el hermano de mi mejor amiga.

*¿Y qué pasa si es el hermano de tu mejor amiga? ¿Vas a cometer un delito o algo por pasar una tarde con él? No seas estúpida y aprovecha. Es el chico más deseado de todo el instituto*

La voz trasera como siempre haciéndome dudar. Pero era verdad. Justin es el chico más deseado del instituto. Es rubio, guapo y está bueno. Sacudí mi cabeza quitando ese pensamiento.

-Está bien, a que hora y dónde.
-Vaya, no me puedo creer que te haya convencido en menos de un minuto con lo cabezota que eres.
-Habla antes de que me arrepienta y tome otra decisión.
-Wow ¿como cuál?
-¿Ves como era mejor no quedar ni darte la oportunidad? Me voy. Hasta mañana Justin.
-Hey no no, estaba de broma. ¿Qué te parece en el parque a las 6? Bueno, si quieres te paso a buscar a tu casa con la moto. No me importa.
-Vaaaaya, ¿Justin Bieber arrastrándose por una tía? Que fuerte.
-Elena déjate de tonterías por favor. Vamos anda, contéstame.
-Está bien. A las 6 me buscas en mi casa. ni un minuto más ni un minuto menos. ¿Entendido?
-Entendido.
-Adiós Bieber.
-Adiós Elena- y me da un beso en la mejilla. Un escalofrío recorre mi cuerpo dejando a su paso una sensación completamente desconocida.

No le doy importancia y busco a Dani para regresar a casa.

-Hey Dani! Vamos a casa!


El camino ha sido un poco tenso ya que hablamos muy poco. Llegamos. Me dirijo a la cocina y me dispongo a comer sola con él. Mamá y papá trabajan en empresas y están muy ocupados. No regresan hasta la noche y tardecito.

Dani está en su mundo viendo la tele como un niño pequeño. Me río y sigo comiendo. Al parecer se ha dado cuenta de que me he reído porque me ha mirado riendo.

Termino de comer y llevo mi plato al fregadero. Lo lavo y voy al salón. No están echando nada en la tele. Así que voy a mandarle un Whatsapp a las chicas.

-Mensaje para "Sexydrauhls"-
Sí, así se llama el grupo nuestro en whatsapp.

-Hey Sexydrauhls! ¿ Qué os parece si se venís a mi casa y vemos una peli o algo? Estoy sola con mi hermano y la verdad me aburro mucho.

·Macarena
-Hola! Bueno, por mi bien. Yo tampoco tengo ganas de aguantar a mis hermanos. *carita riendo*

·Halla
-Hi! Por mi también está bien, me aburro mucho. ¿A qué hora?

·Yo
-Si queréis podéis venir ya. Os espero.

·Macarena
-Está bien. Voy para allá. Nos vemos, os quiero chicas.

·Halla
-Vale, me peino y voy. Os quiero nenas.

·Yo
-Aquí os espero. Os quiero. Por cierto, ¿dónde están las demás Sexydrauhls?


Nadie contesta así que dejo mi iphone y voy a la cocina a coger palomitas. De repente escucho mi móvil sonar en el salón.
-¿Sí?
-Hola Elena.- Era Justin. Mierda! Me olvidé por completo de que había quedado con él.
-Hola Justin.
-¿Vamos a quedar? Porque he oído que mi hermana va a tu casa para ver un peli o algo así.
-Oh, sí, me olvidé por completo que habíamos quedado y... bueno, les dije que vinieran a mi casa.
-No pasa nada si quieres voy y os hago compañía- Escuché la risa en la otra línea- o voy con tu hermano.
-Gilipollas- murmuré- Como quieras. Solo te pido que no te comportes como un completo idiota.
-Está bien. Tranquila. Me portaré bien.- volvió a reír.
-Mas te vale Bieber. Adiós. Nos vemos.
-Adiós Linda. Nos vemos.

·Fin de la llamada.